domingo, 9 de diciembre de 2007

Cristina

¡Hoy, soy la dueña del mundo! -Lo sé todo, la carrera, planeada ya está, ¡estoy hecha!, todos me aman, mi hermanito, El Alberto –insoportablemente a veces, lo amo. -¿Mi mami?, ¡ah!, qué mujer!, ¿y de mi papi?, qué puedo decir, ¡lo quiero, lo quiero, lo quiero!.

Medicina,- “Doctora Cristina”-, letras doradas en el “gafete”, orilla azul delgadita, bata blanca, el “esteto” en el cuello, mis lentes “ultravista”, de aros casi invisibles, y todos, todos, saben que soy, “La Dra. Cristina”, sabia, inteligente, estudiosa, -y me gusta.

¿Y los de la clase?”, -mi mejor, la mejor de las amigas, creo que también ya se decidió por medicina. Así seremos “doctoras” y nos querremos siempre. Alquilamos un apartamento, estaremos en el mismo Hospital, viajaremos y estudiaremos afuera, pondremos una clínica, talvez un par de doctorados, en…¿pediatría, obstetricia?, no importa ahorita, de todos modos, estoy contenta y lo sé todo.

Ordenados escrupulosamente, como patos alineados en feria Agostina. Dos filas de tiro al blanco con sus togas y birretes, ansiosamente esperan ser llamados. Subir tres gradas, dar dos pasos y recibir el diploma merecido por tantas penas aguantadas.

¡Muévanse muchá!, -a mi me toca después, – susurra Cristina, al tiempo que sin razón, pisa la punta de la toga y con horror siente, como el hilo del ruedo se hala de a montón e imagina la “cola” que va a lucir al recibir su diploma y se niega a pensar que sea, “un hilo del birrete”.

¿A Quién se le caería este bolso? – parece un cofrecito, como para un tesoro.
Pst, pst, …!mami, mami!, Porfa, guardáme este bolso, ¡te cuento después!.- creo que desilaché el ruedo mami, -shhhhhh, dos filas atrás, “sopla” la elegante “vieja” del sombrero rojo que parece caricatura o la mamá de un “transformer”.

……!Damen und Herren!, -alcanza a oír-, cuando, por uno de los “profes”, se inicia oficialmente la ceremonia”. Este “Lehrer”, que aunque bien le caía, ahora parece un ratón enfiestado con ese su “tux” y corbatín que talvez era para alguien más grande y que despistadamente remata con camisa color cielo europeo.

Como en una nube rosada, los actos pasan, los alumnos, las caras conocidas y desconocidas, el “chavo” ese que parece B.Pit, y que me ha saludado desde las sillas de adelante cuando entré.
Ojalá mi mami no lo haya visto, y peor si mi papi estaba despierto. Se me alborota hasta el pelo, parece un sueño, y de repente, sin decir ¡agua va!.
¡Birretes en el cielo!, son rojos. ¡Mi madre! Si ya estamos al final. Tira su birrete un poco fuera de tiempo, pero nadie lo nota y de repente, …….la “mara” se “descoca”.

En frenético arrebato, a llorar, llorar con ganas, abrazos, “mocos” disimulados, llanto abierto, “babas”, a la toga de plano, consejos tontos, frases sin sentido,…..”Te voy a echar de menos”,-(Hipócrita hasta el fin-)-… “ Nos vemos en la U”- (el más huevón),...“ Vos flaca, lo logramos”, sob, sob, …-De veras vos, -¡lo logramos!.

-Gracias papi, gracias por el regalo.- ¡No aguanto estos zapatos mami!. -¡Qué rico al fin afuera.
- Arrancá papi!.
- Mami, mirá ¿ que hiciste con el bolso que te pasé?,
- fui a dejarlo con el que anunciaba al final, pero ya se había ido y me lo traje. -Hacéme el favor nena, mirá si hay un teléfono y avisás a la dueña.-
-Mirá tú porfa, que tengo una llamada, ¿haló?.....-“Si vos…..-

-…Unas llaves, “lisptick”.qué bonito color-, ¡ha!, -¿qué raro?
-¿qué más encontraste?, - “Paciencia piojo que la noche es larga”-, -un momento, dejáme ver.
¿Una nota?, ¡no!- es un versículo.
-¡ Leémelo mami, porfa!, -me interesa.

“…..Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez, has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.”…..
“A fin de que el hombre (o mujer) de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Timoteo 3: 14,15,17

-¡Doctora, Doctora Cristina!-, -el bebé está listo en el quirófano.
¿Lista para la operación?



COLEGIO VIENA DE GUATEMALA - PROMOCION 2007

La Simonía es Pecado

¡Os ofrezco dinero y vosotros me dais ese poder¡ Esta es una paráfrasis de lo que Simón el mago en la época contemporánea de los apóstoles y en búsqueda de posición, les ofreció para poder sojuzgar a otros mediante la imposición de manos y con ello, transmitir la presencia del Espíritu Santo en cada individuo. Con esta acción se acuña el término “Simonía”.
En el siglo XI, los reformadores clericales dirigían sus esfuerzos principales hacia la erradicación de la simonía y el concubinato. Dejando a un lado el concubinato, que es harina de un costal vecino, la simonía se daba cuando los reyes vendían los cargos de obispos, los obispos vendían los cargos eclesiásticos de que podían disponer y siguiendo esa bonita cadena, los cargos menores también eran objeto de venta y todos eran muy felices. El detalle estaba en que los cargos se distribuían y concedían por un precio y no por méritos. Esto lógicamente derivaba en cadenas de subordinación y la conformación de “roscas de poder” con ineptos que giraban alrededor de muy poderosos individuos con muy poderosos intereses y que en nada contribuían al bienestar del resto del público. Hasta aquí todo es historia.
Si aterrizamos en nuestra realidad guatemalteca post-electoral y dentro del contexto de funcionamiento del estado y sus posibles actores, escuchamos los nombres de los probables jefes de algunos ministerios, y aludiendo a éstos últimos, sabemos que el Ministerio de Energía y Minas en donde se administra entre otros el petróleo cuyo precio está cerca de la marca de los $100 el barril y la onza de oro a $840, el ministerio por dios, -¡es una mina¡ y mineros, abundan.
Para soportar económicamente una maratónica campaña en donde “no hay almuerzo gratis”, el que más dio, más quiere y sabemos, que no alcanzan los huesos para tanto “chucho”.
¡Os ofrezco dinero y vosotros me dais ese poder¡. El que invirtió, quiere recuperar su dinero, sus intereses, su ganancia y algo más. ¡Os ofrezco dinero y vosotros me dais ese poder¡.
El Ministerio de Salud, también es una mina y el que llegue, también quiere recuperar su dinero. Esta es la historia pecaminosa de no acabar. El sistema se ha estructurado de esa manera y “a lo hecho pecho”, dirán los elegidos.
No señores, no señores. Confiamos en que este esquema, no se aplique esta vez para solventar el pago de la deuda política después de dos intentos fallido y un acierto. Si como gobierno se quiere ser congruentes con una eliminación progresiva de la simonía cuyo significado más próximo es “corrupción”, bien haría el Presidente electo incluso por mí, de habilitar los mecanismos anti-simonía que ya existen para que “La Esperanza se convierta realmente en su compromiso” y entiendan todos que la simonía es pecado y el pecado, merece castigo.